La experiencia de una familia que buscó un segundo club en Bogotá.

Alejandra y Douglas son padres de 3 niños, su propósito de educación en valores con sus hijos va de la mano del ejemplo y la vivencia de experiencias adecuadas para arraigar dichos principios. Son para el Nuevo San Andrés una historia hermosa para contar, ya que tienen la fortuna de habernos encontrado como su refugio en medio del caos que la ciudad les causaba en el camino a su antiguo club social.

“Nuestra feliz llegada al San Andrés: Creo que es importante comenzar por decir que no fue fácil para nosotros escoger club. Todos sabemos que en torno a Bogotá hay una oferta de clubes numerosa. De hecho, venimos de uno de ellos. Lo difícil entonces era encontrar esta vez el club que se ajustara a nuestras expectativas y valores. Buscamos un espacio donde podamos tener una vida social marcada por la camaradería y el buen trato, y también por valores humanos elementales de dignidad, igualdad, respeto, diversidad y libertad. Eso hemos encontrado en cada momento y en cada persona que hemos conocido en el San Andrés. Esperamos contribuir a mantener y profundizar esos valores, porque es lo que hemos visto que distingue hoy a nuestro club el Nuevo San Andrés”.  

“Encontramos en el San Andrés lo que en muchos sentidos buscamos para nosotros y para nuestros tres pequeños hijitos: un club que privilegia y cuida la naturaleza, el deporte y una sana vida social, asumiendo sus compromisos con el entorno social y ecológico. Tuvimos oportunidad de conocer la sede del San Andrés antes de ser socios y sabíamos que su belleza natural, su arquitectura y su infraestructura de servicios, son únicas. Y apenas hace un poco más de un mes que llegamos y nos hemos encontrado entre socios y empleados, ¡a personas y familias encantadoras! En particular por su amabilidad y calidad humana. No queremos dejar pasar un aspecto que parece menor pero no lo es para nosotros: durante más de tres años “padecimos” la salida de Bogotá hacia el norte y el retorno, de manera que ha sido un alivio y una grata sorpresa que hoy podamos hacer trayectos la mayoría de las veces en menos tiempo del que antes empleábamos para ir y regresar a casa. Estamos de verdad muy contentos de estar aquí. Esperamos poder conocerlos a todos y disfrutar mucho nuestro nuevo club. Un saludo para todos”.

Alejandra Gómez y Douglas Lorduy