Nuestro cerebro puede obtener múltiples beneficios de una escapada a un entorno natural, ya que le ayuda a desconectar de la rutina y a desarrollar su parte creativa.
La vida en las ciudades nos estresa y puede provocar complicaciones a la salud; por el contrario, la cercanía a la naturaleza, el campo, la montaña o en la playa restaura nuestro cerebro y trae múltiples beneficios.
Cerebro y naturaleza, una excelente combinación
El senderismo, los paseos por la montaña, las caminatas entre árboles o días de vacaciones en un glamping son actividades cada vez más elegidas por la gente que vive en las ciudades.
Estar unos días (aunque sea un fin de semana) en contacto con la naturaleza provoca una buena cantidad de cambios tanto en lo físico como en lo mental y emocional. Las principales ventajas para el cerebro de estar al aire libre son:
- Despeja la mente y aclara las ideas
Si eres de aquellas personas que habla con la almohada para conseguir respuestas a sus problemas, ¿por qué no intentas lo mismo con un árbol, un arroyo o una roca?
Caminar durante algunos minutos en un entorno natural alivia el estrés y las preocupaciones de todo tipo.
El contacto con la naturaleza reduce el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal subgenual, el área donde se estanca el mal humor, los problemas y la depresión.
Si tienes que tomar una decisión importante en tu vida o si no sabes cómo actuar ante una situación determinada, te recomendamos que des un paseo por un pueblo o bosque cercano.
- Aumenta la creatividad
La desconexión completa es posible, aunque te parezca extraño.
Estar así sea por momentos sin el teléfono, sin portátil, sin redes sociales y sin televisión es un verdadero receso para la mente (que está continuamente rodeada de estímulos luminosos y ruidosos).
En esos periodos ajenos a la tecnología la creatividad encuentra su momento para salir a la luz.
El cerebro se siente abrumado por los carteles iluminados, las bocinas de los coches, la música a todo volumen y las pantallas.
En medio de la naturaleza nada de ello está presente y es entonces cuando puede dar rienda suelta a la imaginación y a la creación.
- Mejora la atención y la concentración
Pasar tiempo en contacto con la naturaleza aumenta el enfoque hacia nuestras tareas cotidianas.
No estar al aire libre, al menos, unas horas a la semana se traduce en desconcentración, problemas de aprendizaje e hiperactividad.
Si quieres que tu rendimiento mental en el trabajo o en el estudio sean superiores te aconsejamos que te tomes unos días para ti y tu familia.
En el caso de niños con trastorno de déficit de atención las actividades en la naturaleza reducen los habituales síntomas.
- Mejora el sueño
Si el cerebro está estimulado continuamente se le dificulta un poco descansar.
La televisión en la habitación, el móvil en la mesilla de noche y los ruidos externos son una combinación nefasta que no nos permite conciliar el sueño.
Por el contrario, cuando estamos en zonas rurales y desconectados de la tecnología (en algunos casos, hasta de la luz eléctrica) la mente percibe solo algunos sonidos relajantes. Puede ser una cascada, un insecto o el viento moviendo las hojas de un árbol.
- Recupera el ánimo y mejora el humor
La irritabilidad, los enojos, la ira y las peleas son propios de la vida en las ciudades. En el club todo se desarrolla con mayor tranquilidad y, casi como por arte de magia, el humor y el ánimo mejoran.
Las actividades al aire libre permiten eliminar los malos sentimientos, los rencores y los problemas; por lo tanto, nos hacen ver el lado positivo de las cosas y mantener una mejor actitud.
Es frecuente que al caminar por un bosque o playa la sonrisa aparezca sin que la forcemos.
- Aumenta la autoestima
En el ámbito rural o natural la única carrera que se debe ganar es contra uno mismo. No será fácil al principio dejar de lado los pensamientos negativos o las ideas que no nos permiten avanzar.
Sin embargo, de a poco la tranquilidad y el paisaje harán su trabajo para que podamos aceptarnos tal cual somos.
Las personas con problemas de autoestima se benefician con unas vacaciones al aire libre, alejados de las comparaciones y con tiempo disponible para encontrar y confiar en el yo interior.
Sin dudas, son muchas las ventajas de pasar unos días en contacto con la naturaleza.
Por lo tanto, si estás demasiado abrumado en la ciudad, organiza una escapada a un lugar tranquilo y con paisajes hermosos y aprovecha sus grandes beneficios.