Entre las fechas más celebradas a nivel mundial está el Día del padre. Independientemente de la cultura y el país, esta es una ocasión muy especial creada para hacerle un homenaje a nuestros amados padres. El objetivo principal es agradecer y resaltar la importancia de ese título tan valioso e importante que es el de convertirse en la figura paterna y desarrollar un trabajo de 24 horas, 7 días a la semana, por el resto de la vida.

La decisión de ser padre no viene sola, es una tarea que requiere de tiempo, paciencia, compromiso, amor incondicional que viene de la mano de promover la diversión, disfrutar momentos de calidad con los hijos, descubrir que es un rol incomparable y que mientras se está educando a un hijo, se vuelve a ser niño y se despierta esa pequeña conexión que ayuda para educar con sabiduría y amor.

Y la diversión no termina ahí, cada padre aprende en el camino y comprende cada paso, y cada etapa  que se vive le va enseñando otra cara de la vida así como al mismo tiempo, él le enseña a su hijo a vivir; la toma de decisiones en cada paso que da van dando el conocimiento y la sabiduría necesaria para entender a los hijos y nunca perder esa conexión que se fortalece con una buena comunicación.

Ningún padre es perfecto, no se tiene un manual de garantía para cambiar el producto, pero si se tiene el valor del amor y del corazón que junto con la razón se convierten en esa maquinaria perfecta para poder avanzar con los hijos, dar fuerza y soporte a la familia. 

Ser padre es esperar una cosa y encontrar otra, entender que la vida puede sorprender y superar todas las expectativas, es un camino único sin ningún mapa, es el mágico punto de partida del resto de toda la existencia. Ser padre es en definitiva ser valiente, es ser un verdadero héroe.

“Algunos héroes no tienen capa. A estos los llamamos papá. ¡Feliz día del padre!”